COMUNICADO*
Por Pedro Martín Biscay.
En el día de hoy la Comisión bicameral del Congreso aconsejó por 3 votos contra 2 la revocación del mandato que me fuera oportunamente otorgado por el Honorable Senado de la Nación sin que existan hechos ni motivos que configuren causal alguna para actuar en este sentido. A pesar de los reiterados pedidos formulados en el seno de la comisión bicameral, no he logrado tomar vista de las acusaciones, ni conocer con precisión los motivos. Tampoco se les permitió a mis abogados participar en la audiencia. Ante mis requerimientos por escrito, el actual Presidente del Banco Central guardó silencio.
Los miembros oficialistas de la Comisión bicameral, Federico Pinedo, Eduardo Amadeo y Luciano Laspina, se limitaron a leer notas periodísticas como base para mi incriminación, transformando la comisión prevista en el artículo 9 de la Carta Orgánica, en un verdadero comité de censura política y mostrando un alto grado de intolerancia a los que tenemos una visión distinta de país. A pesar de que los senadores Abal Medina y Aguilar reflejaron que no existen causales legales para mi remoción, la mayoría automática decidió avanzar sin motivo alguno, en un acto que a todas luces viola la Carta Orgánica y la estabilidad que el pliego del Senado confiere a los Directores con mandato.
Esta situación demuestra que el país atraviesa una etapa de agudo avasallamiento a las instituciones y a las bases republicanas y democráticas nunca antes visto en gobiernos constitucionales. Estamos viviendo en un estado cercano a la excepción, donde la ley deja de ser la pauta de actuación de los servidores públicos. Esta situación pone en serio riesgo la estabilidad del Estado de Derecho y el conjunto de bienes jurídicos que deben ser promovidos y protegidos en una sociedad democrática. Especialmente cuando las conductas que imperan se caracterizan por el exceso en el ejercicio de poder en perjuicio del país, la seguridad jurídica y el bienestar de todo el pueblo argentino.
La Carta Orgánica del Banco Central garantiza la estabilidad de los miembros del Directorio y la diversidad de criterios y opiniones, estableciendo también el deber de rendir cuentas y transparentar los actos de gobierno, que obliga a todos y cada uno de los directores del Banco Central. En el marco de la comisión bicameral de remoción, quedó ampliamente demostrado que los motivos alegados por el Presidente del Banco Central de la República Argentina, Federico Sturzenegger y el Presidente de la Nación Mauricio Macri, tienen por finalidad silenciar toda diferencia de criterio que resulta disonante o crítica al pensamiento único que guía la actuación del Gobierno Nacional, y que quieren instalar como modelo de sociedad.
La actual gestión de gobierno pretende expulsarme del Directorio por haber exigido el cumplimiento celoso del mandato múltiple de la Carta Orgánica del Banco Central, que no sólo debe focalizarse en la estabilidad de precios (evaluación que dejó librada al leal saber y entender del pueblo argentino), sino que también debe atender a la estabilidad cambiaria, financiera y al desarrollo económico con inclusión social. Por tal razón, los hago responsables de este atropello.
Mientras que los presidentes y gobernadores de los principales bancos centrales del mundo, fortalecen sus políticas de transparencia y rendición de cuentas fomentando el debate público, la tolerancia y respeto por la diversidad de criterios entre todos sus miembros, aquí se pulveriza la independencia acallando voces disidentes frente a la actual conducción política del Banco Central.
El proceso de remoción debilita la calidad institucional del Banco Central, además de abrir escenarios de riesgos y futuros costos para el Estado Nacional. La imagen que estos hechos generan frente al resto del mundo será negativa al demostrar una grave interferencia del Poder Ejecutivo sobre la autarquía del Banco Central de la República Argentina, consagrada en el artículo 1 de su Carta Orgánica. A partir de ahora, hagan lo que hagan, sólo los directores que estén de acuerdo con el Poder Ejecutivo podrán permanecer en sus cargos.
* Carta escrita el miércoles 26 de julio de 2017, por Pedro Martín Biscay, miembro disidente del actual directorio del Banco Central de la República Argentina, con motivo del dictamen de resolución no vinculante emitido el mismo día por la Comisión Bicameral especial del Congreso de la Nación, que avaló la remoción de su cargo por parte del Poder Ejecutivo. Sobre los reales motivos de su remoción ilegal que el Poder Ejecutivo ya dispuso en el día de hoy, jueves 27, leer "Maten al mensajero" de Horacio Verbitsky y "Finanzas y derechos humanos" de Diego Sztulwark. Imagen: pintura "50 Cent Piece", de Jean-Michel Basquiat
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